Sube conmigo

Para poder amar hay que derribar murallas divisorias: antipat?as, agresividades y toda violencia compensadora; liberarse de la imagen inflada de s? mismo, de narcisismos y de cualquier apropiaci?n. Es necesario superar la ansiedad, la angustia y las depresiones, e imponer las convicciones de fe sobre las reacciones primarias. Redimidos los impulsos, la v?a oblativa nos llevar? a la Pascua fraterna. Amar es respetarse, adaptarse, perdonarse, comprenderse, aceptarse, comunicarse, acogerse, dialogar. Las ideas de Sube conmigo son aplicables no s?lo a las comunidades religiosas, sino tambi?n, en casi su totalidad, a la esfera matrimonial -primera comunidad cristiana- y, en general, al c?rculo del hogar.