Religión y fe en la crisis de la modernidad -Language: spanish

“Dios ha muerto”, sentenció el filósofo alemán Friedrich Nietzsche hacia finales del siglo XIX. Con el desarrollo de la filosofía moderna, a partir del siglo XVII, la brújula que orientó la vida del hombre occidental durante más de diez siglos de predominio del cristianismo paulatinamente fue expulsada del pensamiento y la cultura, confirmando así el diagnóstico de Nietzsche. El lugar que había ocupado Dios en la vida del ser humano fue arrebatado por la razón, que se convirtió en la fuerza suprema y creadora, capaz de comprenderlo todo y de conducir a la humanidad —dejados atrás dogmas y supersticiones— a la felicidad y a la prosperidad, gracias a los avances científicos y tecnológicos. Herederos de ese optimismo, ¿podríamos todavía sostener que enterrar a Dios nos condujo a un mundo mejor? El egoísmo, el individualismo, la indiferencia, la falta de solidaridad, el relativismo moral, la irracionalidad y la violencia que hoy prevalecen por doquier confirman lo contrario. A partir de la exposición del proceso de secularización que se dio con la llegada de la filosofía moderna, y de las trágicas consecuencias que produjo la instauración de la razón instrumental, el autor propone en este libro recuperar la dimensión religiosa presente en el ser humano —que brota de su misma esencia— y la experiencia de fe en Dios —siguiendo el programa del cristianismo— como una alternativa para instaurar un orden social verdaderamente humano, en el que, como añoraba el filósofo Max Horkheimer, “lo injusto no sea la última palabra”.