La performatividad de las imgenes

La inquietud que no deja de manifestarse bajo diversas formas en este libro es por el poder ambivalente de las im?genes, un intento persistente por desplazar la pregunta sobre qu? son las im?genes hacia sus maneras de hacer, su performatividad. Tradicionalmente, la imagen ha sido declarada no apta para criticar la realidad, al tiempo que hoy se afirma que estamos inmersos en una cultura visual que exige orientarse en ella. Si bien la mayor?a de las im?genes que circulan son para consumir objetos y no para construir miradas, ello no implica que no sigan siendo artefactos de potencia especulativa, po?tica y pol?tica. Este texto es una invitaci?n a mantener una actitud cr?tica que permita la emergencia de nuevos tipos de conflictos y nuevas formas de ver. Desde una suerte de contraintuici?n afirma que el problema no es tanto el exceso de im?genes sino su escasez; esas realidades que no tienen im?genes, que carecen de capacidad para ser imaginadas. Una interpelaci?n a componer otras formas de poder, relacionar lo que no tiene relaci?n, ejerciendo en com?n la potencia que se comparte. Hay que hacer relatos, hay que hacer im?genes y hay que creer en esos relatos, hacer como si fuesen verdaderos. Para la autora, en estas formas de interrupci?n fr?gil es donde puede ocurrir la sublevaci?n de las formas.