Historias Extraordinarias: 19

Los millonarios, ya se sabe, se aburren mucho, especialmente si han heredado su fortuna y jamas han dado golpe. Ese era el caso de Henry Sugar, cuyo maximo entretenimiento consistia en ver como subian y bajaban los valores en la Bolsa. Un tipo corriente, si no fuera porque un dia, apartado de una partida de canasta por falta de pareja, acabo adquiriendo un extraordinario don: ver con los ojos cerrados. / Millionaires get bored, especially if they have inherited their fortune and have never worked. That was the case of Henry Sugar, whose greatest entertainment was to see the rise and fall of the stock market.